
Kadiri Vaquer
De tanto forcejear con la gravedad
no sé si podré volver a la superficie.
Los días se llenan de nudos
como mi pelo de madrugada
cuando me estrujo
contra los hombros dormidos
del amor
y la violencia del tiempo insiste
en repartir el abrigo en partes desiguales
y repetir los adioses.
Frente a la máquina
marca la velocidad de la aguja
adentro afuera
se inventa
cada puntada
un precipicio
al que se asoman
rostros diminutos
recorren la línea divisoria
oscurece.
En el balcón
la niña vigila
los párpados inquietos de las flores.
Alejandro Medina
RODEADO POR LA NOCHE
todo negro me da vueltas,
vueltas el conjunto espeso de la noche
donde no queda nada maldecir
para que truene el rayo donde quiera,
ya no húmedo martirio, sino lluvia
sola y solvente lubricando, y brama
el sonido gutural de la corriente
que entrelaza los sueños y las hojas
en un remolino edificante y fresco
que despierta en mí ludibrio de un aroma
delegando en cada gota un árbol nuevo,
ya no más roto, sólo hielo dando jugo
frío en el calor que refrescaba,
todo ese hilo, una alborada, al alba
una paloma en un aparte que enamora
en una lona negra y fría
junto a mí, de nuevo, que rodea
engalanada de luz por cucubanos
en esmero, que hilan un futuro verde
como un fruto frutal enfrutecido
encabalgado y delgado
o delicado nido de serpiente,
boa enorme y densa para mí, de rito nuevo,
si rebasa la lata, el cascabel,
y entrego el alambre que rescato
del escombro de vida que hoy me crece
durando en la loma como un árbol.
Marta Jazmín García
EN SUSPENSO
Hay una cierta gradación
en los lamentos.
Como un cuerpo
que es más pesado que otro
o una ausencia más hueca.
Se habla incluso
de fechas específicas:
nacimiento
espesor
caducidad
muerte prematura.
La memoria es una cercanía
en suspenso, que sonríe
sus tristes anaqueles.
No sabemos el peso del dolor
hasta que un día
no pesa.
VERSIÓN APÓCRIFA
Algunas palabras, como el mar
esconden en su vientre ballenas
y rutas insondables.
Tan profundas,
que dejan de sonar
y de escribirse.
Entre la luz y los colores,
prefieren congregarse
entre cardúmenes.
Suceder solas
imposibles
al fondo.
Es necesario emigrar.
Dejar de existir
de vez en cuando.
Encontrarse con la vida
en todas partes
Francisco Félix
Empacar la esperanza antes del vuelo.
Abrocharse el abrazo en la cintura.
Despedirse de un espejo a medias.
Abandonar la tierra.
Desempacar en otro suelo.
De esto se trata el viaje.
El sonido de los aviones
me recuerda que los abrazos
se quiebran en partidas y regresos.
Afligirse es una costumbre
cuando el regreso nunca es seguro.
Pienso que nunca nos iremos de Puerto Rico,
aunque los suelos nos dividan,
llevamos en la maleta abrazos, agua de azar;
una oración que mamá
hizo antes de pasar por Aduana.
Uno se abrocha el cinturón,
seguro de que siempre volverá.
Nadya Echevarría
APOSTA:
con gozos de resurrección
a discreción
y al asedio
mi juicio y sus reservas
repliegan cargas de luz
desembarco a mi propio rival
hay estado de sitio en algunas aceras
hay columnas de fuegos con bandera blanca
a voluntad desmovilizan y cercan
tantum ergo
ahusar el infinito entre unas cejas
aguza el espinoso ángulo que se quiebra
maitines, tu hora canónica
plegaria a las ánimas turbadoras
toques del alba
tiempos sidéreos
salud, gloria, poder y bendición
aquello que de uno y de ambos procede
honor le sea dado
así sea
CORREDOR DISTÓPICO
Vi
cómo ahorcaron
a aquella mujer
en público,
en youtube,
en este mundo.
Aquí
entendí
cuando en el piso
no movía más su cuerpo
aquella mujer,
siria:
podía ser yo
en otra tierra,
frente a otra cámara.
Horarios de invasión:
a toda hora
cobros por transacción
de lo que se tenga que ofrecer.
No necesito haber sido violada
bajo los estándares de mi
jurisdicción:
Estoy autorizada a servir
con todo mi servicio
y a callarme cuando más debo.