
cuando las centrales revienten
te meteré en el coche
con el perro y una lata
de Grafenwalder
para ponerla entre el asiento y
el freno de mano
veremos las aves rapaces
sobre la ruta de Samarcanda
y contaremos los cadáveres
a lo largo de los pueblos
donde
gasté mi cuerpo trabajando
para nosotros
llegaremos hasta la plaza
encontraremos el escondite
del intendente
y le reventaré las falanges
una a una
bajo la mirada
de su mujer y su pobre niño
seremos felices por casi nada
le prenderemos fuego al Aldi
y confiscaremos la radio
para crear la última emisión nocturna
que hable de fugas
de percusiones ocultas
de llagadas voluntades
de sueños que hacen agua
agua mugrienta
de serpientes en el paraíso
nuestra voz tomará al bayou
como rehén
cuando las centrales revienten
no habrá más nada que amar
excepto nosotros y lo que el cielo
nos devuelva a través de
un espejo oscuramente loco
un espejo oscuramente loco