
Frente al espejo de los selfies
Estoy en mi casa
tomándome selfies
en el espejo de los selfies.
El Uber está a ocho minutos.
Ahora
en un BYD blanco
atravesamos la intersección frente al Walmart
y el chofer me dice
que hoy todos andan manejando
como locos.
Yo le digo que siempre
él me dice que hoy más
que esa intersección es traicionera
y que tenga buenas noches.
Entro al bar y veo dos televisores
uno tiene a Enrique Iglesias
en concierto
otro lo que capta
una cámara de seguridad.
Aparece una desconocida
que me saluda y se acerca:
Hoy cojo porque cojo, jueputa yo
dice
y nos cuenta
que está ligando con un gringo
y se nos acerca mucho
y tiene una lagaña de rímel.
Ahora
ahora te estoy aburriendo
ya va
esta es la mejor parte:
Ahora reímos
no podemos parar
es tanta la risa
que me está empezando a doler la cara
ja, ja, ja
ja, ja, ja
ja, ja, ja.
Instantánea
Hoy se coge (dice el primero) vea la cama verde, es perfecta.
Yo me río y me mojo un poquito, no es por él, pero es que después de unas birras, me mojo casi que por cualquier cosa.
Vamos a bailar, dice el segundo. Y voy y yo bailo y me mojo todavía más, pero cuando abro los ojos ya el segundo no está, pero sí hay cuatro chicas bailando dancehall y yo me mojo más y me inhibo, entonces me voy afuera a fumar.
Sentada en la acera, conversé con el tercero. Nos tocamos las piernas, nos miramos a los ojos y nos mordimos los cuellos. Fumamos varios cigarros seguidos y hablamos de un libro que nunca leí, pero el primero, el de la cama verde, me contó muy bien.
3% de batería en el celular
En medio de tanto caos
cómo quisiera
que llegue un poema a mi cabeza