
Hay gente
Que no existe completamente
No es su culpa
Es solo que se les enseñó demasiado pronto
A no existir en su totalidad
Incluso sus sonrisas
Se estiran minúsculas
Incluso sus palabras
Evitan ser demasiado gruesas
Incluso cuando orinan
Evitan hacer ruido, salpicaduras
Y es por eso que no se lanzan al agua
Porque les enseñaron que está mal
Salpicar
Hacer olas
Así que se quedan ahí
Como el pasajero de un autobús
Que no sabe en qué parada bajarse
Como una muñeca olvidada en el ático
A la que le falta un ojo
Pero que no tiramos
Porque nos decimos que un día podría servir
Con la gente es lo mismo
No se arrojan de un puente
Porque se dicen que un día
Podrían servir
Esperan su turno
Muy sabiamente
Escondiendo bajo el flequillo
El ojo que les falta
Es por eso que no ven muy bien
Hacia dónde los lleva todo eso
Y todo eso no los lleva a ninguna parte
Para existir así
Como una planta en una maceta
Que espera a ser regada
Que espera la muerte
Sin hacer ruido
Hay gente, no se han perdido
Es solo que olvidaron
Dónde se habían guardado
Existen en cámara lenta
Respiran con sordina
Bien doblados en el fondo de un cajón
Esperando servir
¿Y servir para qué?
Eso no lo saben
Y tampoco se atreven
A preguntar